La EII y el trabajo

Si tienes colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn seguro te preocupará cómo puede afectar a tu trabajo y a tu carrera profesional. Si te acaban de diagnosticar la enfermedad, te preocupará cómo vas a llevar los síntomas cuando aparezcan y si se intensifican. Si te han diagnosticado hace tiempo, puede ser bueno asesorarte sobre cómo modificar tus prácticas laborales para adaptarte mejor a la EII.

Te vas a enfrentar con:

  • Preocupación sobre qué decirle a tu jefe.
  • Preocupación sobre la necesidad de ir al baño con frecuencia y de forma impredecible.
  • Ansiedad por tener que ausentarte del trabajo durante los periodos de reactivación de la enfermedad.
  • Sentir que tus colegas no entienden tu trastorno o no lo apoyan.

Esta sección contiene sugerencias para ponertelo lo más fácil posible en el trabajo. Puede ser buena idea buscar asesoría sobre las leyes españolas para entender tus derechos laborales.

Utiliza nuestro planificador laboral para pacientes con EII y tendras recomendaciones individualizadas para ti y para tu jefe, incluyendo:

  • Información sobre la EII y la vida laboral.
  • Recomendaciones individualizadas para empleados y directivos con el fin de hacer el lugar de trabajo más "confortable" para tu EII.
  • Documentos de orientación para los jefes.

¿Qué le debo decir a mi jefe actual?

Si estás empezando en un nuevo trabajo o si ya estás trabajando en el momento en el que se te diagnostica la EII debes tomar la decisión de si le vas a contar a tu jefe tu enfermedad.

Hablar sobre ello con tu jefe puede parecer vergonzoso pero no obstante, informar sobre tu EII puede ayudarte a:

  • Reconocer los momentos en los que no te encuentras bien ante los demás y reducir la tensión de tener que ocultar tus síntomas.
  • Conseguir ajustes razonables en tu trabajo para ayudarte a sentirte más cómodo y trabajar con mayor eficiencia.

Puede ser útil que alguien te acompañe (como un compañero, alguien de recursos humanos o salud ocupacional, o un representante sindical si perteneces a uno) cuando hables de tu enfermedad con tu jefe. Esta persona puede apoyarte y también, si tiene un papel oficial en tu trabajo (por ejemplo, de salud ocupacional) también puede ayudarte para que recibas el apoyo que necesitas en tu lugar de trabajo.

En general, la mayoría de los jefes van a ser comprensivos con tus circunstancias. Un mayor entendimiento de tu enfermedad puede ayudarte a ti y a tu jefe para trabajar juntos mejor. Recuerda que si hablas de esto con tu jefe no es necesario que todas las demás personas de tu  trabajo se tengan que enterar.

Puedes indicar a tu jefe que visite la página de Contratar a alguien con EII.

El hablar de ello con tus compañeros de trabajo puede ser un desafío pero también podría:

  • Ayudar a los demás a entender por qué tendras que ausentarte o necesitar cierto apoyo.
  • Ayudar a crear una mejor relación de trabajo.
  • Ayudar a los demás a darte el apoyo y la ayuda que necesitas y ayudar a crear un mejor ambiente laboral.
  • No tendrás que esconder que estás tomando medicamentos, ni fingir cuando no te encuentres bien.
  • Las personas no llegarán a conclusiones equivocadas ni pensarán que estas recibiendo un trato preferencial.
  • Aliviar el temor de que tu enfermedad pueda ser contagiosa.

¿Debo informar a mi futuro jefe sobre mi EII?

Si estás buscando un nuevo trabajo dudarás sobre comunicar o no que tienes una EII durante la entrevista por si pudiera ser una desventaja. En muchos países es ilegal que los entrevistadores antes de ofrecer un empleo, hagan preguntas personales sobre e estado de salud, incluyendo la ausencia de enfermedades previas. Al mismo tiempo, ocultar la información sobre tu estado de salud en esa etapa podría ser negativo y si tu jefe lo averigua después, podrías no dar una buena imagen. Es recomendable que te informes sobre las leyes de tu país antes de la entrevista.

Puedes recomendar a tu jefe a nuestra página sobre  Contratar a alguien con EII donde encontrará información al respecto si quiere contar contigo.

¿Cuáles son mis derechos laborales?

Sea cual sea el país en el que vivas normalmente hay derechos legales establecidos para asegurar que no se te discrimina por tu enfermedad.

Generalmente, la cuestión principal es si eres capaz de hacer tu trabajo adecuadamente. Por otro lado, tu jefe también debe considerar cualquier alternativa como la de ofrecerte otras responsabilidades diferentes. Busca asesoría sobre las leyes españolas para entender tus derechos en el entorno laboral.

¿Qué ajustes se pueden hacer para ayudarme en el trabajo?

Algunos ajustes útiles pueden incluir:

  • Permitirte trabajar desde casa en ocasiones.
  • Horas de trabajo flexibles tales como días más cortos u horarios diferentes (especialmente durante o después de un brote de los síntomas).
  • Posibilidad de ir al baño sin limitaciones.
  • Mover tu mesa de trabajo cerca de un baño.
  • Dar tiempo para las citas o tratamientos médicos.

Desplazarme hasta el trabajo no es fácil

En ocasiones, sencillamente llegar al trabajo puede ser estresante y difícil. Si viajas en transporte público, puede ser complicado encontrar aseos en la ruta si los necesitas. El viaje en sí mismo también podría resultarte muy agotador y cansado.

Podría resultar útil:

  • Ajustar tus horarios de trabajo para no tener que viajar en horas punta y así hacer que la llegada al trabajo sea menos estresante.
  • Pedir poder trabajar desde casa algunos días, en especial cuando te sientas muy cansado o cuando tus síntomas empeoren.
  • Averiguar si hay aseos disponibles en la ruta hacia el trabajo. Algunos países tienen páginas de internet que detallan donde se encuentran los aseos públicos.
  • Averiguar si es posible obtener una llave o acceso a baños públicos cerrados o para discapacitados que se encuentren de camino al trabajo.

Estoy sufriendo "bullying" en el trabajo

Si tus compañeros no entienden tu enfermedad puede causarte problemas. En ocasiones, puede provocar que se te acose en el trabajo por ausentarte por enfermedad con tanta frecuencia, por sentirte cansado o por "no hacer lo que te toca" .

Si ocurriera, es buena idea redactar el incidente tal y  como sucedió y anotar si alguien más estuvo presente. Habla informalmente con tu jefe sobre lo que te preocupa de cómo te estan tratando. Quizás la situación la puedas resolver así.

Si consideras que no se ha resuelto la situación puedes hablar con recursos humanos o con una persona relevante en tu lugar de trabajo.

Me preocupo por todo el tiempo que falto al trabajo por enfermedad

Sentirse culpable por tener que faltar al trabajo por tener una enfermedad puede añadir una tensión innecesaria a tu salud.

Si tienes una EII es posible que tengas que ausentarte del trabajo en algún momento. Se puede disminuir la tensión entre tu jefe y tu:

  • Estableciendo un procedimiento acordado (con antelación si es posible) de cómo tu jefe se comunicará cotigo cuando estés ausente. Puede ser preferible que se haga por teléfono o correo electrónico. Se puede acordar quién contactará y a qué intervalos (todos los días, una vez a la semana) y esto ayudaría a que las 2 partes sepan cómo actuar.
  • Mantener una comunicación abierta con tu jefe puede ser muy útil; si es posible intenta calcular cuánto tiempo necesitarás estar fuera para que tu jefe pueda hacer los ajustes necesarios.
  • Es importante que no te sientas presionado para volver a trabajar demasiado pronto antes de que te sientas bien.

Me preocupa regresar al trabajo después de haber estado ausente durante mucho tiempo

Si has estado ausente durante varias semanas o meses debido a tu EII, regresar al trabajo puede ser estresante. Habla con tu jefe y algún compañero de trabajo una vez que creas que estás listo para volver. Intenta averiguar qué es lo que se espera de ti el día que regreses para  estar preparado.

Puede ser útil intentar un regreso gradual, comenzar con unas cuantas horas e irlas incrementando.

No puedo compaginar mi trabajo y mi EII

Si has hablado con tu jefe y si se han hecho los ajustes necesarios en tu lugar de trabajo y no puedes compaginar tu trabajo y tu EII podría ser el momento de pensar en seguir otro camino profesional que se ajuste mejor a tus necesidades de salud.

  • Reduce tus horarios de trabajo: trabajar media jornada o reducirla puede aliviar el estrés de trabajar a tiempo completo.
  • Una ubicación distinta: si el traslado al trabajo es el problema principal, intenta buscar un trabajo similar más cerca de tu casa.
  • Independizarse, establecer tu propio negocio. Aunque éste es un proyecto difícil y a veces inestable, esto te podría permitir ser tu propio jefe y posiblemente poder controlar tus horarios laborales. También te podría permitir trabajar desde casa.
  • Considera una nueva formación, encontrar una nueva carrera haciendo algo en lo que puedas trabajar media jornada, desde casa o en horarios laborales más cortos  para crear una vida laboral más acorde a tus necesidades de salud.

 

Dinos tu opinión